Masterclass: La PNIE y la osteopatía en la homeostasis

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Introducción

La osteopatía es un campo de la medicina que va más allá de los huesos y músculos; se centra en entender la interconexión entre el sistema musculoesquelético, el sistema nervioso y el sistema inmunológico. En este artículo, exploraremos cómo la osteopatía desempeña un papel crucial en la regulación del sistema inmunológico y la promoción de la homeostasis. A menudo, se ha observado que la disfunción precede a la patología, lo que destaca la importancia de abordar y tratar la disfunción en sus etapas iniciales.

La Interacción entre Disfunción y Patología

La osteopatía reconoce que en muchas ocasiones, la disfunción precede al desarrollo de patologías. Por ejemplo, antes de que se manifieste la diabetes, se ha observado una disminución en la actividad vagal y un aumento en la actividad simpática. Esto destaca la necesidad de reconocer y abordar la disfunción antes de que evolucione hacia condiciones más graves.

El sistema autónomo también juega un papel fundamental en la percepción del dolor. Estudios han documentado hiperactividad autonómica en respuesta a estímulos nociceptivos en pacientes con dolor crónico. Esto sugiere que existe una conexión anómala entre el dolor y el sistema autónomo, lo que puede influir en la intensidad percibida del dolor.

El Papel del Sistema Nervioso Autónomo

El sistema nervioso autónomo desempeña un papel crucial en la regulación de la respuesta del cuerpo a diversos estímulos. La medición de la variabilidad de la frecuencia cardíaca se ha convertido en una herramienta valiosa para evaluar el tono vagal y otros aspectos importantes del sistema autónomo. La osteopatía puede modular estos mecanismos, influenciando positivamente la respuesta parasimpática.

La activación del nervio vago implica la liberación de acetilcolina, que estimula el sistema inmunológico y ayuda a prevenir daños en zonas isquémicas. Esto demuestra que la osteopatía puede ser una herramienta efectiva para estimular el sistema parasimpático y contrarrestar la actividad simpática, aliviando el dolor y la sensibilización central y periférica.

Es importante destacar que no todos los pacientes tienen el mismo perfil autonómico. Algunos pueden presentar un tono parasimpático elevado, lo que puede contribuir a condiciones como la fatiga crónica y la fibromialgia. Es esencial diagnosticar con precisión el perfil autonómico del paciente para proporcionar el tratamiento adecuado.

Interconexión de Sistemas

La relación entre el sistema nervioso, el sistema musculoesquelético y el sistema inmunológico es innegable. La producción de hormonas, como aquellas del eje hipotálamo-hipófisis-adrenal, las citoquinas y otros factores, juega un papel importante en la adaptación del organismo. El tratamiento osteopático puede modular los marcadores fisiológicos de la carga alostática y promover la homeostasis.

La homeostasis es la capacidad del organismo para mantener un equilibrio constante dentro de ciertos límites, incluso frente a las alteraciones del entorno. La alostasis, por otro lado, es el proceso a través del cual el cuerpo logra recuperar su estabilidad y adaptarse a situaciones de estrés, teniendo en cuenta las demandas futuras. Los estímulos horméticos, como las sesiones de tratamiento, son esenciales para mejorar la adaptación y promover la homeostasis.

Beneficios de la Osteopatía en la Regulación Inmunológica

La osteopatía no solo aborda afecciones musculoesqueléticas, sino que también influye en el sistema autónomo, el sistema inmunológico y la homeostasis del organismo. A través de la estimulación vagal, la osteopatía puede mejorar la función cerebral, la respuesta a la percepción de amenazas, la interocepción, la regulación de emociones y las reacciones defensivas.

Además, la osteopatía puede influir en la activación de áreas cerebrales, reducir la tensión muscular y alterar los niveles de hormonas clave. También se ha demostrado que afecta la respuesta inmunológica, aumentando los anticuerpos y la cantidad de leucocitos circulantes.

Conclusiones

La osteopatía es una disciplina multidisciplinaria que aborda la interacción compleja entre el sistema musculoesquelético, el sistema nervioso, el sistema inmunológico y la homeostasis. En un mundo donde la disfunción precede a la patología, la osteopatía ofrece una oportunidad para intervenir de manera temprana y ayudar a los pacientes a alcanzar una adaptación más efectiva a las demandas del entorno y del estrés. El enfoque interdisciplinario, que considera la regulación del sistema inmunológico y la homeostasis, puede llevar a resultados terapéuticos positivos para una variedad de condiciones de salud.

La osteopatía no solo trata los síntomas, sino que aborda las complejas interacciones dentro del cuerpo, brindando a los pacientes una atención integral que abarca mucho más que los huesos y los músculos.

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