Introducción
La Semana Mundial de Sensibilización sobre la Sal se celebra del 13 al 19 de mayo con el objetivo de concienciar sobre los efectos negativos del consumo excesivo de sal en la salud. Aunque es ampliamente conocido su impacto en la presión arterial y las enfermedades cardiovasculares, menos personas son conscientes de cómo el exceso de sodio puede influir en el sistema musculoesquelético. En este artículo, exploraremos la relación entre la sal, la inflamación y la salud de nuestros músculos y articulaciones, además de ofrecer consejos prácticos para un consumo más equilibrado.
El impacto del exceso de sal en el cuerpo
El sodio es un mineral esencial para diversas funciones corporales, incluyendo el equilibrio de líquidos y la transmisión de impulsos nerviosos. Sin embargo, cuando se consume en exceso, puede tener efectos perjudiciales:
- Retención de líquidos: El exceso de sodio provoca una acumulación de líquidos en los tejidos, lo que puede generar hinchazón y aumentar la presión en las articulaciones.
- Inflamación sistémica: Una dieta alta en sal se ha asociado con un aumento de la inflamación en el cuerpo, lo que puede agravar afecciones como la artritis y el dolor muscular crónico.
- Pérdida de densidad ósea: El consumo elevado de sodio puede promover la eliminación de calcio a través de la orina, debilitando los huesos y aumentando el riesgo de osteoporosis.
- Fatiga muscular y calambres: Un desequilibrio de sodio en el organismo puede afectar la contracción muscular, lo que incrementa la probabilidad de calambres y fatiga.
Relación con la osteopatía y la fisioterapia
Desde el enfoque osteopático y fisioterapéutico, se entiende que la salud del sistema musculoesquelético no depende solo del movimiento y el tratamiento manual, sino también de la alimentación y los hábitos de vida. La reducción del consumo de sal puede favorecer la recuperación y prevención de diversas afecciones:
- Disminución de la inflamación articular: Reducir el sodio en la dieta puede ayudar a pacientes con artritis y otras patologías inflamatorias a mejorar su movilidad y reducir el dolor.
- Optimización de la hidratación: Un balance adecuado de sodio y agua contribuye a mantener la elasticidad muscular y prevenir la rigidez.
- Mejor absorción de minerales esenciales: Evitar el exceso de sal ayuda a preservar el calcio y el magnesio, fundamentales para la salud ósea y la función neuromuscular.
Consejos prácticos para reducir el consumo de sal
Para mantener un equilibrio saludable sin comprometer el sabor de las comidas, considera estas recomendaciones:
- Evita los ultraprocesados: La mayor parte del sodio en la dieta proviene de alimentos procesados como embutidos, sopas instantáneas y comidas enlatadas.
- Usa hierbas y especias: El orégano, la cúrcuma, el jengibre y el ajo en polvo son excelentes alternativas para potenciar el sabor sin necesidad de añadir sal.
- Aumenta el consumo de alimentos frescos: Frutas, verduras y proteínas naturales contribuyen a un mejor balance nutricional y reducen la necesidad de aditivos.
- Hidratación constante: Beber suficiente agua ayuda a eliminar el exceso de sodio del organismo y mantiene una correcta función celular.
Conclusión
El consumo de sal influye en múltiples aspectos de la salud, incluyendo la musculatura, las articulaciones y la estructura ósea. Desde la Escuela de Osteopatía de Madrid, promovemos una visión integral del bienestar, donde la alimentación, el tratamiento manual y el movimiento juegan un papel fundamental.
Si quieres aprender más sobre cómo la osteopatía puede mejorar la calidad de tus pacientes, consulta nuestros cursos y especializaciones en osteopatía.
¡Descárgate un capítulo entero!
Descárgate un capítulo revelador de ‘Osteopatía basada en la evidencia 2, tomo 3: osteopatía craneal’, escrito por François Ricard, D.O., PhD, y Pablo Escribá, D.O., Md.
